sábado, 28 de noviembre de 2009

desapareciendo

Retomando el curso. Aferràndome al timòn, evitando este casi-naufragio. Tengo nuevas heridas, ya es costumbre, debería saberlo. Ya no me afano, ya no planifico, ya nada me asombra. Soy solo un fantasma, un espectro anònimo que solo brilla por unas horas.
Me estoy consumiendo, y cada dìa sòlo acelero a paso agigantados. Ya no intento sorprenderme, ya no escucho, ya no sonrìo. Les escucho y sus voces suenan a metal, sin armonìas, sin polifonìas, sólo un lánguido ruido monótono. Sus besos, sus caricias, sus alientos y jadeos, sudores y fluidos se me hacen repulsivos.
Me fui empobreciendo en cada encuentro.
Observo mis manos, tan vacìas, tan frìas.
Alguien me recordarà?
Alguien recordarà alguno de mis besos?
Alguien me habrà amado, aunque fuera por un minuto?
Alguien habrà visto mi alma desnuda?
Alguien habrà susurrado mi nombre?
Alguien?

Ahora desde otra habitaciòn del mismo hotel.
Susurro tu nombre.
que se confunden con tantos otros nombres...
Susurro tu nombre...
Un nombre que ha perdido su sonido, su sabor, su aroma.

Cuando el maldito nombre de èl perdiò su poder... el tuyo se encadenò a esta maldiciòn.
Aun te pienso, què absurdo!
y tù? no existes... borraste mi recuerdo...
Me odiaste, para nunca màs pronunciarme.
y yo? aun te pienso... aun te pienso...