lunes, 28 de mayo de 2012

Ciclo Lunar

Estos días se han hecho cada día menos digeribles. Hay comenzado a amontonarse con amenazas de secuestro y lapidación, alternando con momentos de paz y embrutecimiento. Ya no hay prisa, no hay compromisos por cumplir. El calendario comenzó a esquebrajarse. El teléfono agotado dejó de sonar. Rara vez me acercaba a la ventana. Comenzó la desidia asociada a la metamorfosis, aquella que obligatoria toma el control de tu vida, cuando tú has perdido el control sobre ella.

Con el tiempo, las heridas no encontraron alivio ni cura, quedaron permanentemente expuestas a la infección del alma. Frente a esto, sobrevivir o resignarse. Opté por resignarme.

Cómo sería? Cómo me hubiese gustado que fuera todo?. Qué valentía hay que tener para reconocer que si las cosas hubiesen sido como yo hubiese querido finalmente la cobardía no me dejaría asumirlo con toda propiedad. Si me hubieses amado, si no me hubieses dejado ir, finalmente hubiese sido yo quién te habría abandonado. Adivinaste lo que yo no había llegado a pensar. Mientras me aferraba al encanto de descubrirte tú me mirabas reconociendo en mi sonrisa delatora la verdad oculta junto a todas mis mentiras. Tú no fuiste el cobarde, ni yo orgullosa. Tú fuiste el valiente que huyó porque reconoció antes que yo mi canallada ulterior. Nos amaríamos pero yo no cambiaría, una mujer como yo nunca lo hace. Retomaría mi esencia zigzagueante, mi arrebatos impredecibles para ser arrastrada a las incertidumbres, y tú no querrías eso, no podrías soportarlo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario