lunes, 27 de febrero de 2012

Poema Refugio

Triste.
Profundamente triste.
Lágrimas inundación que agitan una tormenta.
Lágrimas que brotan desde el alma en deshielo.
Ahogando mis esperanzas
ahogando mis desvelos.

Triste,
Ya no quedan días soleados
ni cartas por recibir,
ni tesoros corsarios.
El alma errante, confundida de ayer,
encadenada a lo evidente.

Triste.
Resignada a estas noches.
Recluida a las sombras.
Silenciada de confesiones sinceras.
Mordaza para mis labios penitentes!

Traicionaré mis fantasías fútiles,
las incineraré de Razón,
Adiós poemas refugio,
Adiós versos protección.

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