Una noche vestida de harapos...

Fue un impulso, de esos incontrolables...una vorágine, una avalancha de sentimientos enredados, contenidos, atiborrados en el alma, que salen, fluyen, aceleran, chocan unos contra otros, desgarrando el alma a pedazos, rompiendo ligamentos de esta reducida identidad...quisiera vaciarme en este infinito, colapsar y ser nada....hundirme de una buena vez, hasta cuándo? hasta cuándo me amarro a esta existencia miserable, hipócrita?, estoy tan perdida en estos caminos que he andado y desandado tantas veces que ya perdí la noción de los planos, las direcciones, los opuestos....no sé dónde estoy, tampoco me interesa averiguarlo, porque por inercia avanzo o retorcedo, en estos momentos da igual... sólo quiero que deje de doler, que deje de sangrar... Tal vez busco la infección descontrolada, la septicemia fulminante, la gangrena de acto de amar...

Te has vuelto una herida permanente, que me mantiene despierta, buscando morfinas, alivios temporales... La locura de mis incoherencias ya no me sorpende, sólo observo mi rostro en el espejo intentando ver alguna chispa de ayer, alguna sonrisa con aroma a primaveras antes de tu llegada...

Acaricio mis cabellos... imaginando que eres tú...
recordando tu última imagen, aquella que imaginé, que fantaseaba, que tanto anhelaba...

Tomé la decisión equivocada...eso es todo.
Enciendo un cigarrillo - de esos que dan risa - aspiro su veneno.... intendo apurar la salida por la malas que esperar la muerte por causas naturales o divinas....

Por lo menos, mi consuelo absurdo - pero mío- es que al menos decidí llegar hasta tu presencia... firmar mi declaración de culpabilidad, de herejía... reconocer mis lascivos y adúlteros pecados, y sufrir las torturas en el alma femenina, por ser tan descarada, por ser tan indigna, tan estúpida, tan ingenua....

Enciendan la hoguera de una buena vez!!, sean presurosos para enjuiciar...
colóquense las máscaras, contengan la respiración para no contaminarse con mi aliento blasfemo...
Laven sus manos inocentes y puritanas, con agua bendita, en el nombre de su anacrónico padre, hijo y santo espíritu...invoquen todos sus credos y rezos... ya no escucho, ya no tiemblo....
Llénense de silicio, volteen su copa y desenvainen su espada...
vociferen condenación! rebeldía!
ya no me importa....
Soy el resultado de haber decidido, de haber examinado mis opciones y haber desafiado mis limitaciones... transgredido las reglas...
vivo al margen de las normas,
desparramo a los cuatro vientos vuestras hipocrecías salpicadas de inmundicia...

Me declaro....en ruina moral
Me asumo destruida, desnutrida del alma, horrorizada de todo, angustiada de existencia, sin náuseas existenciales por haber perdido la existencia...
Me decreto irreverente, desconfiada, con todos los miedos aflorados, con todas las manías excerbadas, con todos los vicios putrefactos, con las pasiones desatadas.

Mi alma ha muerto...
Se dejó morir lentamente, una huelga de hambre, de afectos, de traiciones, de tanta mierda, de mentiras, una tras otra... sin poder recuperarse, incendiada, erosionada...

Mi alma ha muerto.... y no puedo llorarla.