domingo, 27 de septiembre de 2009

Restauración

Esta mañana desperté con la mente torcida, confundida, adormecida de sueños confusos mezclados con la luz del sol que serpenteba entre los pliegues de las cortinas. Ayer fue un día mágico, y esa magia había traspasado la realidad para adosarse en mis oníricos delirios nocturnos. Por años, lo pensé, lo imaginé, pero carecía de la determinación, de la voluntad. Ayer me levanté decidida, en mi mente estaba el motivo, la forma, el color, la sentencia, el sello. Caminé por unos pasillos abarrotados de extrañas mercancías, me dirigía a un lugar donde con destrezas de centurias grababan en la piel las marcas indelebles. Había decidido impregnar mi piel con la convicción de una vida que cerraba etapas e intentaba resignificarse en otra.

En mi mente, revoloteaban tantos fragmentos de memoria perdidas, mientras abrazaba el dolor, lo contenìa, lo tragaba junto con la amargura, junto a los retazos de olvido, de desprecio. En mi cuerpo surgìa la forma aràcnida, un tributo a la eterna tejedora, a la solitaria constructora, paciente, silenciosa. Se sellaba un pacto con mi historia, con mis herejìas. Declaraba en mi biografìa la intenciòn de redefinir mis laberintos, mis contradicciones. Asumìa mi locura.

El dolor es adictivo.
purificador,
libertad en letales dosis...

viernes, 11 de septiembre de 2009

CERRADO POR INVENTARIO

1. Quedan 2 neuronas, una para recordar mi nombre, la otra para no olvidar inspirar luego de exhalar.
2. Queda una cicatriz visible en la frente, y dos en el alma. Una herida a mansalva y la otra por la espalda.
3. Quedan un manojo de recuerdos enredados atemporales, regalos de navidad y un pastel de cumpleaños, una bicicleta y una cámara fotográfica Zenit 12XP.
4. Queda un eterna y podrida desconfianza, traiciones alevosas, traiciones mentirosas.
5. Quedan un manojo de promesas jamás cumplidas, palabras empeñadas, se regalan, se devuelven a su emisor fraudulento, a cada uno de ellos, que aunque cambiaron sus nombres, sus rostros, siempre fue el mismo embuste, la misma mentira cambiando de apariencia.
6. Queda mi amor por el café, ese irrestible aroma a granos tostados, a espuma de leche, a vainilla, ese aroma que envuelve, que invade, que energiza...ese sabor amargo que se mezcla con la saliva de mañana, de tardes, de noches....que me activa, despierta, renueva. Que me recuerda tertulias, libros, momentos de soledad, qué más soledad que aquella compartida contigo y con aroma a café?.
7. Me queda el orgullo de haber decidido, bien o mal, qué importa? con el tiempo todas las distancias parecen ya recorridas, las heridas cicatrizadas y la memoria colectiva lavada.
8. Me quedan un ticket de regreso, sin vuelta atrás.
9. Me queda un cassette de Metallica y otro de la Callas.
10. Me queda un boleto de micro, de aquellos cuando los estudiantes guardábamos silencio, cuando nadie se traumaba por tirones de orejas. Cuando aprendíamos más asistiendo menos a clases. Cuando el pizarrón era negro y en el comedor se filtraba el olor a galletas con leche.
11. Me queda la resignación a la muerte, sin infierno, sin cielo, sin purgatorio sin misas ni indulgencias. Sin temor a nada, porque nada hay en la puerta de salida. Qué alivio!, por años cargué el miedo a Dios, al Juicio Final, al arrebatamiento, sin dilucidar los mercaderes de esta fe inventada, lastimera y culposa, culpable de tanto, castradora e inquisidora.
12. Me queda mi curiosidad inquebrantable, mis ganas de buscar asombro, de buscar señales.
13. Me quedan mis canciones, Creedence, Janis, Verdi, Chopin...Me quedan mis libros, atesorados en pilas de los que me esperan, de los que saben que siempre vuelvo, a los que al leer acaricio, los que memorizo, los que me acurrucan con ternura. Me quedan mis poetas malditos, amados, repulsivos, escandalosos. Mis amores de alcantarilla, esos ya olvidados, esos que no recuerdo sus nombres, esos de los que solo tengo fragmentos, imágenes difusas.
14. Me queda mi despertar, hasta ese día que la luz se apague, y prometo no pedirla como Goethe, ya me acostumbro en las noches.
15. Me queda mi cuarto de hotel N° 6, el mismo de todos los meses, el mismo que me acurruca cada noche, al apagar la luz, y una vez más, como todas, como tantas, quedar sola esperando el alba...
16. Me queda mi ironía, la siempre bienvenida odiosidad....
17. Me queda mi sonrisa burlona.
18. .......................................................................un beso
19. .................... un adiós mirando hacia atrás,
20. Un funeral, con una fosa que me capturó el alma.
21. Un invierno bajo la lluvia, el cielo lloraba conmigo, una lluvia ácida que al diluir mis ingenuidades disipó mi ceguera.
22. Un hambre voraz, un demonio que descontrola mis adentros.
23. Una necesidad tan evidente de afecto, seré adicta? autoflagelante? imbécil?
24. Unas monedas para una lata de gaseosa.
25. Cinco capri mentolados.
26. un celular descargado, mi conexión con el mundo interrumpida.
27. Mis pies inquietos.
28. Mi labial carmín.
29.
30.
31. NO OLVIDAR: Las monedas para el barquero. Llevar un buen libro y una botella de Vodka.
32. Un Je t'aime flotando en el aire.
33. un Siempre, con un telón de final.

domingo, 6 de septiembre de 2009

lluvia...

infinitas gotas de lluvia se estrellan sobre esta inmensa y anònima ciudad. Infinitas gotas presurosas de modificar su forma acelerando sobre la suerte de su cadalso. Infinitas gotas de lluvia que rebalzan mi alma, la ahogan, la inundan, arrastràndome a una destrucciòn incontrolable. Esta noche no habrà muro de contenciòn, esta noche no existirà represa que evite lo inevitable, lo inminente...esta noche me desorbordarè como una crecida de rìo, vertiginoso en un alud avasallante. Ya no queda nada que salvar, nada que proteger, todo se cae a pedazos y no quedan fuerzas, ni para llorar. Pero abrirè las compuertas de mis angustias, de todas mis malditas decepciones, de una y otra vez la misma historia repetida, los desencuentros, las miserias envasadas en compañìa ocasional y transitoria. Esta noche abrazarè mi almohada y le susurrarè mi hastìo de besos hipòcritas, de caricias fingidas, de atenciones làbiles, de movimientos estereotipados, el mismo ritual, las mismas palabras, los mismos quejidos... Con mis uñas carmìn rozarè con ternura las fibras albas del algodòn de estas sàbanas cansadas, estos instantes que van y vienen, que me han agotado, que ya no busco, que perdì el rumbo, las prioridades, la verguenza, extraviè la autocompansiòn y la misericordia por mis decisiones suicidas y autoflagelantes.

Confundì las señales, me dejè confundir. Sabìa que no tenìa que acelerar, sabìa que no tenía que avanzar sin precauciones, sin defensas. Quedé expuesta, vulnerable, humillada, una vez más, otra más, de tantas. El contrargumento :hazte una autocrítica, si tantas veces ha ocurido asume tu responsabilidad... Lo asumo, asumo la culpa, la estupidez, a estas alturas de la vida andar llorando por los rincones lamentando mi desgracia, evidentemente es patètico. Una mujer que busca amar, complicidad, que sólo pide respeto y ternura, sin esos detalles tortuosos que te recuerdan lo desechable de la compañía... Lo reconozco, odio las palabras zalameras, odio las palabras necias que sòlo buscan ese sexo por calentura, por simple acuerdo, si sòlo se trata de eso, se pide por su nombre y listo, hecha la tarea no hay expectativas, sòlo esa mezcla de vacìo existencial con sorbos de carmenere. "no te acostumbres" fue su sentencia, y sus ùltimas palabras... Despuès de la rabia, la ofensa...vino la reflexiòn inevitable, cierto, no me acostumbrarè, no lo harè jamàs, patalearè hasta el final, me rebelarè al hastìo de alguien como èl, con su plumaje sintètico de pavo real...No me acostumbrarè, intentarè reutilizar mi locura, mi escasa culpa, mis empequeñecidos remordimientos para abrir espacios para respirar, para no ahogarme con tu presencia egoista, miserable de generosidad, tan miserable como mi confusiòn por ti. Otro màs, otro menos...

Renuncio a la bùsqueda de un relleno, de un oasis, de un eco, de un par de ojos, de oìdos, de un sonrisa contagiosa, de una mano que sostener. Renuncio a encontrar un alguien, un otro, un Tù. Renuncio a mi estupidez, a pensar que "tal vez", a portar escondido un "quizàs" ...

Acarreo maderas, combustible, preparo una hoguera.
Esta noche quemarè y lanzarè al olvido de mi segundo infierno dantesco:

Mi sonrisa de pincel, mis labios pequeños que ansiaban ser silenciados con un beso atemporal
Mi piel fòbica de sol y tatuada de decepciones
Mis ansias de encontrar
Mi necesidad de asombro
Las ganas de compañía,
los deseos de sentir no sòlo con las entrañas, desde las vìsceras, desde el alma
Desecho mis sueños burdos, ingenuos, bobadas

Acepto mis manos frìas,
Sonrìo con una mueca a mis marcas de tiempo;
acicalo mis rizos, recorriendo el contorno de mi rostro aùn hùmedo de làgrimas;
Siento frìo, mi alma tiembla (aun estàs ahì?) (aun te resistes a morir?)

Acepto mis cicatrices, mis imperfecciones
Recorro con los dedos mis formas, mis planicies, mi geografìa
un solitario paraje, un pàramo, un pantano.