domingo, 24 de enero de 2010

Mi destierro

...no se me pasa....no se me pasa.... se supone que tempus edax rerum, los dìas han pasado lenta y dolorosamente, y sin embargo, el desasosiego permanece echando raìces en las profundidades de mi memoria. Necesito olvidar, necesito olvidar... no puedo seguir. He llorado silenciosamente, escondida, avergonzada, clandestina. He llorado con aullidos imperceptibles que se escapan de mis labios.

Lo extraño, lo extraño tanto. Èl, lejos, inmutable, inaccesible, con esa indiferencia y frialdad que envidio. Escèptico, no cree en nada, dice no sentir nada. Sigo acurrucada bajo su brazo, sigo sintiendo el aroma de su piel, se quedò adosado a la mìa. Repaso cada escena, repetitivamente, tratando de compensar el vacìo presente con dosis de pasado. Lloro, sin freno, me abrazo para contenerme, mis làgrimas tibias cual rìos en crecida se avalanzan sobre mis llanuras y mesetas. Me dejo ir, arrastrada por la corriente, sin resistirme.

Mi castillo se derrumba, y cada fragmento me golpea, me lastima. No puedo sostenerlo, se fractura y no me quedan fuerzas para contener el cataclismo destructivo.

Esta noche estoy con los pies descalzos, las manos frìas y el alma humedecida. Sola, cobijada por el silencio de otra noche de verano. Lejos, obligada a un exilio que no entiendo, que apenas soporto, impuesto por èl.

Esta noche no tengo donde ir.
Esta noche cierro mis ojos y regreso como un fantasma, otra noche màs tras tu sombra.
Me quedarè en silencio, arrodillada hacia el borde de tu lecho.

Me quedan mis recuerdos, mi maldita memoria !!

Mi destierro.

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