lunes, 30 de marzo de 2015

Naufragio

Vengo a este lugar en puntillas, para que mi Razón no me castigue por este afán de autoagredirme. No lo entendería, se enojaría conmigo, insistiendo en que esto es agresión, que es lastimarse. No, no lo es. Se trata de mirarse al espejo sin negar las cicatrices. Abandonar esa manía de maquillar las imperfecciones de la vida, las marcas de los errores, de la terquedad, de la porfía, de la desidia.

Finalmente la vida comenzó a dar giros y tumbos. Errática me hizo perder el camino que alguna vez tracé. No sé cómo, no sé cuándo, no sé por qué. Aquí estoy, sin pretensiones de ningún tipo. Tal vez sólo agradecería un sueño eterno y profundo. Aquel que convierta mi universo en un big bounce y todo vuelva a comenzar de otra forma.

Me quedé sin motivos, me quedé sin pretextos. Aunque él sólo fuera un espejismo al menos esa irrealidad era cándida, era compañía. No tiene sentido pero nunca pretendí que así fuera. Me gustaba despertar en las noches cuando me visita el insomnio y mirar por la ventana. Imaginar que las sombras te extrañaban. Que la misma noche te arropaba. Me gustaba desdoblarme cual bruja nocturna y visitar su balcón, susurrar algún soneto sobre su oreja. No importa que no me escuchara, no importa que no fuera yo quién su cama dormitaba. Estaba tan acostumbrada a ser nadie, a ser sombra, a no existir.

El olvido duele, pero duele más recordar.
Se vuelve condena,
Se vuelve resignación cansada.

1 comentario:

  1. Finalmente la vida comenzó a dar giros y tumbos.
    Que sentido tiene la vida si no te sorprende? donde esta la vida?
    :) Saludos!

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