jueves, 24 de junio de 2010

Decisiones Cuerdas

Hoy mi cabeza no era mía. Los efectos de los medicamentos parecen lograr el efecto para el que fueron creados, embruter el sentido de la sinrazón, de la rebeldía, del revoltijo mental y reemplazarlo por un no ser, no sentir, no estar. He repasado la despedida dos veces...realmente fue una carta escrita con sinceridad. Me ha costado tanto, aún no entiendo cómo me enredé en esto, yo tenía las cosas tan claras, todo era tan simple, hasta que... Bien, ahorremos lágrimas, no es el momento. Sacudí mi cabeza, en algun lugar de este incógnito lugar debe quedar algo de cordura.

1. Primer acto de cordura: olvidar, desatar, dejar ir... Recuerdo una tarde de septiembre cuando tenía 9 años. Subimos un cerro con mi padre y elevamos un papalote gigante, su cordón umbilical medía desde mis manos incontables metros, casi se perdía a mi vista, pero estaba, yo lo sentía a través de esa cuerda... Entonces mi papá sonrió y me dijo: ahora debemos liberarlo, dile adiós.... Fue un extraño momento, yo no lo quería dejar ir, no aún....pero las tijeras ya etaban ahí y por más que hubiese tratado de sujetarlo....se alejaba sin posibilidad de retorno. Creo que ahí está uno de mis grandes problemas, el atesorar, guardar, retener...Qué dificil!, aún no aprendo. Escribí una pequeña carta en forma de despedida. Él la leyó, y eso, sólo eso me reconforta. ALgo comenzó a arder en mi pecho, lo extraño. Pero me imagino que todo pasa, tal vez si me obligo a ir a nuevos lugares, leer otros libros, caminar por otras calles finalmente se convierta sólo en un nombre, un recuerdo anedótico.

Tareas para este acto: a) cambiar de cafetería, así no observaré más esa mesa en aquel rincón b) no entrar a su blog a hurtadillas para ver sus fotografías, c) ir al Museo de Bellas Artes d) Retornar a la Biblioteca Nacional. e) no comparar.

2. Segundo Acto de cordura: dejar de autocompaderme. No todo está perdido, aún puedo sonreir. Concentrarme en los proyectos pendientes, en las cosas importantes. Jerarquizar. Tomé una tremenda decisión y ahora debo hacerme responsable de las consecuencias de esto a) nuevo trabajo, quiero dedicarme jornada completa a mi verdadera vocación. b) No más rótulos mentales ni explicaciones que sólo pretenden justificaciones necias a decisiones absurdas.

Tecer ACto de cordura: detener la infección y amputar el tejido emocional necrótico. No más esperas, no más toxicidad. Borrar la memoria del teléfono movil, borrar los mensajes de las bandejas de entrada/salida, adquirir un nuevo número, quemar los puentes, no hay retorno, one way ticket.

Cuarto Acto de cordura: No más autodestrucción. No más juergas sin pausa, no más descontrol. Pausa, pausa, pausa. Necesito retomar el rumbo, fijar un trayecto.

No hay comentarios:

Publicar un comentario