Esta noche me siento invadida, sitiada por mi soledad. Por què no te acercas y me acaricias?, por què no te acercas y me abrigas con tu gèlida presencia?. Hace tanto que te has vuelto mi compañìa que deberìamos hablar en voz alta y no ignorarnos como lo hemos hecho hasta ahora. Mi soledad se ha hecho permanente, no un beso fugaz, no una caricia ocasional, se ha quedado conmigo al despertar. Me ha mirado con ternura. Hoy pude ver ese brillo en sus ojos, algo de ternura a comenzado a sentir por mì. Has venido a darme fuerzas? a susurrar en mi oìdo que yo puedo, que yo podrìa, que podrè? Sacudo mi cabeza, enciendo otro de mis abominables cigarrillos CAPRI MENTOLADOS, y comienzo a asfixiarme en pequeños sorbos suicidas. Hoy no quiero extrañarlo. Deambulo por mi pequeña guarida, las paredes parecen que colapsaran. Hoy no quiero recordarlo.
cuànto uno requiere para olvidar a alguien?? cuànto màs cuando ese alguien ni siquiera se esfuerza por pensarme, cuando ese alguien dejò de estar, cuando ese alguien fue distorsionado por mi mente imbècil, cuando ese alguien hoy piensa en ella, no en mì. No es justo odiarlo, nunca prometiò. Esta noche pienso en Ella, la imagino cerca de èl, reposando su cabeza sobre su pecho, observàndolo dormir, escuchando su respirar. Sumergidos en la penubra de su habitaciòn, los sonidos de la calle, del afuera desde el cual ahora me margino. La imagino entre sus sàbanas, en contacto con sus aromas, con su piel, embriagada de su ternura. La imagino miràndolo hipnotizada, escuchando sus relatos de niño, de sus barcos, de sus no-lugares, de sus padres, de su irreverencia, de sus cruzadas, de sus libros, de su mal genio, de esa tendencia a decir lo que siente màs ràpido de lo que piensa. Se sentirà turbada con sus palabras? reaccionarà con el simple timbre de su voz? lo esperarà ansiosa, expectante, dispuesta, emocionada, radiante...Vestirà su cuerpo para èl escondiendo detalles, tesoros ocultos para ser encontrados?. Estoy segura que debe amarlo, es imposible no hacerlo, es imposible estar frente a èl sin abrumarse en un torbellino de pensamientos y sensaciones.
Alguna vez fui ella...por unas horas, brevemente.
Al imaginar esta escena...recorrì por ùltima vez aquel lugar. Como presencia omnisiente caminè hacia el balcòn, la brisa del invierno escarchò mi piel,observè las siluetas de los àrboles cercanos al igual que aquella noche, pero esta vez Èl no vino tràs de mì, no rodeò mi cintura. Sentì el frìo de mi soledad. Ahora està con ella. Debo partir...es hora de olvidar.
Quiero correr lejos de aquí. Comienzo mi huida frenética, no miraré hacia atrás. Estas serán mis últimas lágrimas. Me pierdo en el laberinto de calles y árboles, no sé dónde estoy. Mi pecho agitado, mi rostro empadado en sudor y melancolía. Detengo un taxi, "lléveme lejos, lejos de aquí".
cuànto uno requiere para olvidar a alguien?? cuànto màs cuando ese alguien ni siquiera se esfuerza por pensarme, cuando ese alguien dejò de estar, cuando ese alguien fue distorsionado por mi mente imbècil, cuando ese alguien hoy piensa en ella, no en mì. No es justo odiarlo, nunca prometiò. Esta noche pienso en Ella, la imagino cerca de èl, reposando su cabeza sobre su pecho, observàndolo dormir, escuchando su respirar. Sumergidos en la penubra de su habitaciòn, los sonidos de la calle, del afuera desde el cual ahora me margino. La imagino entre sus sàbanas, en contacto con sus aromas, con su piel, embriagada de su ternura. La imagino miràndolo hipnotizada, escuchando sus relatos de niño, de sus barcos, de sus no-lugares, de sus padres, de su irreverencia, de sus cruzadas, de sus libros, de su mal genio, de esa tendencia a decir lo que siente màs ràpido de lo que piensa. Se sentirà turbada con sus palabras? reaccionarà con el simple timbre de su voz? lo esperarà ansiosa, expectante, dispuesta, emocionada, radiante...Vestirà su cuerpo para èl escondiendo detalles, tesoros ocultos para ser encontrados?. Estoy segura que debe amarlo, es imposible no hacerlo, es imposible estar frente a èl sin abrumarse en un torbellino de pensamientos y sensaciones.
Alguna vez fui ella...por unas horas, brevemente.
Al imaginar esta escena...recorrì por ùltima vez aquel lugar. Como presencia omnisiente caminè hacia el balcòn, la brisa del invierno escarchò mi piel,observè las siluetas de los àrboles cercanos al igual que aquella noche, pero esta vez Èl no vino tràs de mì, no rodeò mi cintura. Sentì el frìo de mi soledad. Ahora està con ella. Debo partir...es hora de olvidar.
Quiero correr lejos de aquí. Comienzo mi huida frenética, no miraré hacia atrás. Estas serán mis últimas lágrimas. Me pierdo en el laberinto de calles y árboles, no sé dónde estoy. Mi pecho agitado, mi rostro empadado en sudor y melancolía. Detengo un taxi, "lléveme lejos, lejos de aquí".