viernes, 24 de julio de 2009

Atrapado en su propio cuerpo

Su frente era amplia, sin fisuras, sin expresiones. Habìa llegado a este destino sin un manual de instrucciones, carente de códigos de entendimiento. Era un extraño en esta tierra, con sus ojos gigantes repletos de ausencia.

Caminó agitado, una vez más, transportado a un espacio de tiempo descoordinado, confuso. Sus manos trèmulas, humedecidas, trataban de buscar refugio sobre su mollera, golpeàndola con furia. Fue entonces cuando emerge el primer alarido, una explosiòn del magma de su alma.

Busquè tu mirada, pero no te encontraba, y al sumergirme en tus pupilas las encontrè desiertas, ya habìas zarpado, ya no estabas. Busqué tu sonrisa, pero ésta desencajada, se petrificaba a una máscara inmutable, inexpresiva... Es una imagen repetitiva, una cadena de unidades de deja vù, que a cada instante me arroja a un laberinto donde te persigo, de llamo con una voz ahogada, pero el silencio sólo atrapa tus gritos, y no me oyes....no me ves.

Nunca te veré reir?
Nunca te veré a carcajadas relatar tus fechorías?
Nunca te veré llegar con la ropa hecha girones de juergas juveniles, de picardìas pueriles?
Nunca te veré ser un esposo amante, un padre sabio, un amigo del alma, un hermano leal?

Si me pongo de espaldas, y camino hacia el espejo de tu alma, podrè traspasarla?
si me acerco, intentando alcanzar tu sombra, podrè asì acariciar tu alma?
si sòlo rozo tu reflejo, me dejarías captar tus pensamientos?

Extendì mis brazos....sabiendo que nunca correrías a mi encuentro, y resignada, sòlo los extendí imaginando que correrías hacia a mí....y al sentir la presión de tu cabeza en mi regazo, lloré porque los mila
gros existen...

(para Fabián... un niño atrapado dentro de su propio cuerpo... )


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