domingo, 7 de noviembre de 2010

Fantasmas

Un breve despertar, sólo bastó abrir los ojos de par en par, como ventanas resplandecientes con los destellos matutinos. Olvidé cerrar las cortinas antes de dormir, quería un baño de luna, caricias de brisa primaveral sobre los pliegues de la piel nocturna.

La sed controló mis ansias, trataba de no pensar, y ese acto resultaba fútil, esforzado, extenuante. Fantasmas aparecían en mi espacio racional, el calendario marcaba claramente la fecha de su muerte, sin embargo, burlones emergían desde el olvido. Una vez más me susurró al oído, intenté no prestarle atención, susurraba letanías en una lengua que había olvidado, sólo fragmentos inconexos, memento mori...memento mori ... Mi cabeza estaba a punto de estallar, no podía soportar tantas locuras, tantas imágenes, tantas torturas en una simple noche, en una breve escena.

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