sábado, 22 de septiembre de 2012

La primavera ha llegado. Se ha anunciado con pompas y majestuosidad. No he podido retener ni postergar su llegada con ninguna de mis excusas. Creo que he comenzado a morir justo en el momento en que perdí las esperanzas, cuando comencé a resignarme. Ya no estás ni siquiera como fantasma, ni siquiera como fantasía a la cual acudir cuando la soledad me lastima, cuando ya no puedo seguir. La desolación de este paraje es devastadora, todo ha dejado de brillar, todo se ha ido fragmentando, el deterioro del paso del tirano tiempo.
Toda una vida esperando lo que nunca ocurrió, y ahora desde este desesperanza amarga ya no puedo continuar.
Todo el triunvirato ha sucumbido a la desgracia. Ella fue asesinada por la Misma y la que Solía Ser demente se ha suicidado en un arranque desesperado por terminar con esta agonía de insomnios y esperas. La Misma terminó vencida por la monotonía, resignada, ida.

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